Esto es y será la alegría más grande de mi vida: saber que “la Madre de Dios es mi Madre”.
Precioso testimonio que escribió Jazmina en el año 2013, sobre lo que significó para ella conocer el Hogar en el año 2010, cuando solo tenía 16 años.
Mi nombre es Jazmina Jessenia Castro Delgado. Tengo 19 años. Estoy preparándome para superar la prueba de acceso a la universidad. Vivo en Chone, Manabí (Ecuador).
Conocí el Hogar hace tres años, cuando una chica -que ahora es candidata- me invitó. No le fue nada fácil convencerme para que asistiese a la reunión, pero al final lo logró. Ser del Hogar es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Entré en este grupo porque me encantó. Sobre todo, me gustaron las misiones y la espiritualidad. En mi miseria, Dios me miró y, junto a la Virgen, me escogió para formar parte de este Regalo, y así llegar hasta donde Dios quiera.
El Hogar me ha ayudado a reconocer a Dios y a amarlo en la Eucaristía. Me ha ayudado a sentir a la Virgen y a experimentarla como Madre de Dios y Madre nuestra. Esto es y será la alegría más grande de mi vida: saber que “la Madre de Dios es mi Madre”.
Les animo a todos a que amen y sigan a Jesús, porque Él es la luz, la verdad y el amor.
Jóvenes, no endurezcan sus corazones a la llamada del Señor. Den a conocer este gran Milagro de Amor que se nos presenta en la Eucaristía, para así atraer a muchos más jóvenes, para mayor gloria del Señor. No olviden nunca a nuestra buena Madre. Unidos todos en su Corazón… ¡Ánimo! ¡Madre, nada sin ti!