Chelita Velásquez (Ecuador) nos cuenta cuánto le ayudó la respuesta de Jazmina a su vocación para comprender lo que ella misma le estaba negando al Señor.
¡Cómo olvidarla! Sobre todo su alegría. ¡Cuánto la quiero! Siempre me decía: “Sé buena, loca”.
Su vocación me ayudó mucho a ver cómo era yo, y a darme cuenta de lo que estaba haciendo mal. Gracias a ella comprendí que le estaba negando muchas cosas al Señor, y que Él quería que me olvidara de mis apegos.
Recuerdo que, en mi primera Semana Santa, yo estaba con un dolor de cabeza muy fuerte. Estábamos en la asamblea y me salí. Ella me preguntó qué me sucedía. Le dije lo que me pasaba y me respondió: “Imagínate cuánto le dolía la cabeza al Señor mientras llevaba la corona de espinas. Ofrécele al Señor tu dolor, que no se puede comparar con lo que Él sufrió”.
Me ayudaron mucho sus palabras. A veces necesitamos que nos hablen fuerte para entender las cosas.