Nuvia González (Ecuador): De María Agusta recuerdo, sobre todo, su sonrisa. Noté el gran amor que tenía por Jesús y por la Virgen.

Nuvia González Luna es candidata de las Siervas del Hogar de la Madre. Comparte con nosotros su recuerdo sobre María Agusta.
De María Agusta recuerdo, sobre todo, su sonrisa. Las veces que pude hablar con ella, noté el gran amor que tenía por Jesús y por la Virgen. Ella era muy amable y se interesaba mucho por saber cómo iban los estudios, qué habías hecho durante el día… Además transmitía mucha paz y alegría.
Algo que descubrí después del terremoto fue que, una de las frases de santos que le gustaba, era de San Josemaría Escrivá:
Te decidiste, más por reflexión que por fuego y entusiasmo. Aunque deseabas tenerlo, no hubo lugar para el sentimiento: te entregaste, al convencerte de que Dios lo quería.
Y, desde aquel instante, no has vuelto a “sentir” ninguna duda seria; sí, en cambio, una alegría tranquila, serena, que en ocasiones se desborda. Así paga Dios las audacias del Amor (Surco, punto 98).
Esa misma frase me ayudó a aceptar mi vocación. Ahora es como un recuerdo de ella porque, las veces que la leo, me viene su sonrisa y la entrega total que le dio a Dios.