Jennifer Martínez (Ecuador): Jazmina amaba a Jesús y me hizo amar a Jesús.
Laura Mero Arteaga (Ecuador): Ella solo me miró, me brindó una sonrisa, pero esa mirada realmente me impactó porque fue con tanto cariño y expresaba un amor tan grande, como si me conociera desde hace años. Fue una mirada maternal.
Erika Alejandra Tuárez Cedeño (Playa Prieta, Ecuador): Vino hacia mí y me dijo: «Mira esto ¡qué bonito!» Y me enseñó el himno de las vísperas de esa tarde: «En esta tarde, Cristo del Calvario...
A nosotras las jóvenes, lo que más miedo nos da, es lo que Dios nos pueda pedir.
Guadalupe Cedeño (Ecuador): Siempre decía que la que cuidaba de su vocación era la Virgen.
Carolina Aveiga (Chone, Ecuador): Pero ella, entre risas, recordaba que se las había ofrecido al Señor por esa alma.
Guadalupe Cedeño (Ecuador): Ella decía: «Para mí que cuando estás mal, cuando estás triste, es porque hay algo que no le estás dando a Dios.
Naomi Cabrera (Ecuador): Decía que ella era solo del Señor, y que Él podía pedirle cualquier cosa.
Naomi Cabrera (Ecuador): Lo que más recuerdo de Jazmina era su generosidad para realizar cada actividad.
Chelita Velásquez (Ecuador): Su vocación me ayudó mucho a ver cómo era yo, y a darme cuenta de lo que estaba haciendo mal. Gracias a ella comprendí que le estaba negando muchas cosas al Señor, y que Él quería que me olvidara de mis apegos.
Jazmina y Mayra me ayudaron a entrar en el Hogar de la Madre.
Hna. Kelly Pezo, EEUU:
Las gracias que recibió durante esta Semana Santa fueron el último empujón hacia el cumplimiento de la Voluntad de Dios sobre ella.
¡Nunca olvidaré sus consejos! Fue muy valiente y generosa. Sé que desde el cielo está ayudándome.
Elaine, Ecuador:
Ella me decía: “Déjate ayudar, déjate conducir, dale tu corazón al Señor”.
Chelita Velásquez, Ecuador:
"Fueron las primeras chicas que conocí cuando llegué al Hogar. Las saludé y me agradaron. Cuando las vi por primera vez, era como si ya las conociera desde siempre."
Denisse, Ecuador:
Con cada chica que llegaba al Hogar siempre era así de atenta y nos hacía sentir muy incluidas en el grupo.
Anita, Ecuador:
“Anita, lo que se necesita para conseguir la felicidad no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado”.
Gemita Dayana Vergara Espinoza, Ecuador:
Siempre decía esta frase: "Dios me escogió y le doy gracias por ello porque yo no soy nada.
Cristina Pinargote, Ecuador:
Nunca la veías desanimada. Yo sé que sufría, pero no lo demostraba.
Mariana Chica, Ecuador:
Era una chica alegre, simpática, le gustaba sonreír y mucho.
Hna. Ruth Ibañez, España:
Era de esas personas que, cuando empiezan a hacer oración, enseguida ven con claridad lo que el Señor quiere de ellas
Hna. Kelly Pezo, Estados Unidos:
"Cuando recordábamos a los niños del Puyo, ella siempre preguntaba que cuándo volvíamos. Se entregaba con muchísima generosidad y alegría."
Aura Cristina, Ecuador:
Me dijo que nunca podría negar que el Señor la había llamado a ser Sierva del Hogar
Kasandra Moreno Moreira, Ecuador:
La veía decidida a luchar con todas sus fuerzas para entregarse totalmente a Él.
Juan Gregorio Toala, Ecuador:
A Jazmina le conocí poco, pero en ese poco tiempo me dio a entender que lo importante es amar a Jesús.
Estrella, Ecuador: Cuando ella hablaba lo hacía con mucha firmeza, yo muchas veces le decía que era una rebelde, pero su respuesta era: “No, no es rebeldía, es ser clara”.
Carolina Aveiga, Ecuador:
"Ella tenía clarísimo que todo lo que hacemos tiene que ser para dar “Gloria a Dios”, y siempre que yo lo perdía de vista, era ella la que me lo recordaba. "
Si tienes algún recuerdo o has recibido algún favor de la hna. Clare o de alguna de las 5 candidatas fallecidas en el terremoto de Ecuador, así como fotos o vídeos, te rogamos que nos lo mandes enviando un e-mail a: hermanaclare@hogardelamadre.org
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