Al inicio de su vida de Sierva, esta canción – escrita por Félix Parral – ayudaba mucho a la Hna. Clare a rezar y expresar su amor a su Madre celestial.
De hecho, fue fundamental en la decisión de añadir «del Corazón de María» a su nombre religioso. Se cantó al final de la ceremonia en sus votos perpetuos.
No tenemos la canción cantada por la hermana Clare, pero compartimos este audio para que puedan escucharla y aprenderla.
Madre, eres tú más bella que el sol
que nos nace por la mañana
y da su luz y su calor, como Tú.
Sí, sí, sí, Madre, como Tú.
Madre, eres la Reina del amor,
pues te entregaste toda entera
diciendo “sí” sin condición.
Hazme así, que pueda yo decir que sí.
Quiero, Madre, ser tuyo,
ser tuyo, siempre, siempre,
y que nada en este mundo
pueda separarme de Ti.
Madre, aunque sea pobre el corazón,
Aunque te olvide tantas veces,
Nunca me olvides, por favor.
No, no, no, nunca me olvides, por favor.
Madre, más radiante que el mismo sol,
Vivir contigo es alegría,
vivir sin Ti es mi perdición.
No, no, no, quiero estar en tu corazón.
Quiero, Madre…