Hna. Megan Murray (EEUU): Su presencia era tan real… Más real que cuando estaba viva en la tierra.

Cuando llegó la noticia del terremoto yo lo pasé muy mal y llegué a sentir que no tenía fe. No podía entender por qué Dios permitiría todo esto. ¿Dios estaba castigándonos? Empecé a pensar en la muerte y en la vida eterna, hasta cuestionarme si existe el cielo y la vida eterna. No quería hablar, ni rezar, ni nada. Estaba en shock.
Después llegó la noticia de la muerte de la Hna. Clare. Yo estaba trabajando en la huerta de nuestra casa de Zurita (Cantabria, España). Empecé a rezar. Me sentía muy triste y herida. No quería rezar, pero entendía que tenía que pedir un aumento de fe. Mientras estaba allí, regando las plantas, hablé con la Hna. Clare. La dije: “Hna. Clare, por favor, ayúdame a entender, pide al Señor que aumente mi fe”. Ni terminé la frase, de pronto experimenté que la alegría entraba en mi alma, luz , fe, entendimiento y paz.
Algunas semanas después de la muerte de la Hna. Clare, yo estaba de nuevo trabajando en la huerta. Estaba trasladando mala hierba con la carretilla y comencé a hablar con la Hna. Clare. El P. Rafael y la M. Ana estaban en esos momentos en Ecuador. Le conté a la hermana todo lo que tenía dentro. Estaba pasando un momento de muchas luchas e inquietudes. Realmente me respondió, y me habló muy fuerte. Su presencia era tan real… Más real que cuando estaba viva en la tierra.
El día 9 de septiembre de 2016, me incorporé a mi primer destino como profesa, a la comunidad de Priego (Cuenca, España). En los primeros días sentí la presencia de la Hna. Clare muy fuerte. Experimenté que ella estaba ayudándome a entregarme más al Señor en la comunidad. Pensé en ella y en su ejemplo, y esto me empujaba a ser más alegre, obediente y dispuesta a todo lo que el Señor quisiera.