Cristina Pinargote es de Ecuador y pertence al Hogar de la Madre de la juventud. Conoció a la Hna. Clare y a las 5 candidatas.
A María Augusta, de cariño, yo la llamaba Mary. Era una chica muy tímida, pero cuando la conocías era muy espontanea, sobre todo muy expresiva. Cuando estaba muy concentrada en algo, yo le decía que ella hacia reír al Señor con sus muecas, porque cuando tú la veías te daba mucha risa. Cuando yo le decía esto, no más se reía, y me decía: “Ay mi Cristinita”. Este año tuve la suerte de tenerla como monitora en el campamento y, la verdad, me encanto. Me ayudó espiritualmente. Cuando nos daba las charlas a la unidad, era muy explícita y nos animaba a ser ejemplos para otras. Nos impulsaba a ser muy fuertes, a mantenernos firmes en la fe y, en especial, darlo todo por el TODO.