Mientras estaba en Estados Unidos, la Hna. Clare preparó este texto corto sobre la virtud de la paciencia y su vicio opuesto para ayudar a las monitoras de un campamento HM a explicar este tema a su equipo de niñas. Da algunos ejemplos concretos de cómo luchar para conseguir esta virtud, dentro del contexto de un campamento de verano.
La virtud de la paciencia trata básicamente sobre la capacidad para sufrir. Los tres grados de la paciencia son: soportar dificultades sin quejarse interiormente, usar dificultades para progresar en la virtud, y hasta desear la cruz y sus aflicciones por amor a Dios, así como aceptarlos con gran gozo espiritual. Cuando no practicamos la paciencia lo que sucede es que nos enojamos. Aquí damos algunos ejemplos.
¿Cómo puedo practicar la paciencia en el campamento de verano del Hogar de la Madre?
Eres una acampada hambrienta y estás en el comedor esperando el desayuno. Una hermana llama a cada grupo por turno a pasar y coger el desayuno, y tú ya tienes mucha hambre... pero ella llama a otro grupo. Haces gestos exagerados delante de la hermana para que ella se dé cuenta de que tienes mucha hambre. Luego llama a otro grupo. Esta vez golpeas con tu puño sobre la mesa mientras dices: «¡Siempre somos las últimas! Creo que me voy a desmayar de hambre», etc., etc. El día acaba de empezar y ya estás de mal humor porque no supiste ser paciente.
Tuviste que usar el baño, lo cual implicó que llegaras tarde para hacer la manualidad. Todas ya están coloreando sus dibujos. Quieres usar el rotulador de color rojo, pero ya no hay rotuladores rojos, porque otras personas ya los están utilizando. Miras con enojo a una chica que está en tu mesa porque no es tan rápida como tú quisieras que lo sea con el rotulador. No te controlas y le dices: «¿Puedes darte prisa y dejar de ser perfeccionista?». Recuerda: la paciencia es una virtud.
Es hora de ducharse. Como hay un montón de chicas y no hay mucho tiempo tienes que ducharte lo más rápido posible. Tu monitora dice que cada persona tiene aproximadamente 5 minutos para ducharse. La chica que va delante de ti ya ha estado en la ducha por 5 minutos y medio, así que comienzas a golpear fuerte la puerta y le dices que salga.
Para crecer en virtud debes practicarla. Si no aprovechas las oportunidades que Dios te da para practicar la paciencia, entonces esta virtud no crecerá. Lo que tristemente sucederá es que el vicio de la ira crecerá y eso significa que ya estás perdiendo la batalla. Y eso no es lo que quieres, ¿verdad?