Carolina Aveiga: Muchas veces, yo me hago la víctima y tengo que aprender de la Hna. Clare.
La Hna. Clare vivió su último campamento con las niñas y jóvenes del Hogar de la Madre un mes antes de su muerte. Una persistente migraña la acompañó jornada tras jornada. Nos lo cuenta Carolina Aveiga, joven del Hogar de la Madre de Ecuador y estudiante de Derecho en la Universidad de Portoviejo.
La Hna. Clare era una de las responsables del campamento del 2016. Fue el último campamento de la Hna. Clare y de las chicas que murieron con ella. Yo estaba encargada del taller de repostería, por lo que con frecuencia estaba en la cocina preparando las cosas que necesitaba para el taller. La Hna. Clare siempre llegaba muy alegre, aunque TODO el tiempo estuvo con migrañas.
En ese campamento, a la hermana le dolía la cabeza todos los días. Lo sé porque la conocía y porque, mientras yo estaba en la cocina, la veía tomarse una pastilla, pero lo intentaba disimular y nunca se hizo la victima por eso. Todo lo contrario, las niñas estaban siempre detrás de «Sor Clor» (como ellas le decían). Y ella haciendo todo lo que ellas le pidieran, ya fuera cantar, actuar, o simplemente estar ahí viéndolas bailar.
En el viaje de regreso, la Hna. Clare se fue a sentar al final del autobús porque estaba con mucha migraña. Solo algunas lo sabíamos. Pero en menos de cinco minutos, las niñas fueron donde estaba ella porque querían que les contara historias de Sor Clor, o simplemente para estar con ella. Unas chicas y yo intentamos sacar a las niñas de ahí, pero la Hna. Clare nos dijo que las dejáramos. Yo no dije nada, pero me impresionó muchísimo y me hizo darme cuenta de que, muchas veces, yo me hago la víctima y que tengo que aprender de la Hna. Clare.